Especulación Con Títulos Valores
Alejandro Delgado Perea
Socio Director de Consultoría en Finanzas
A diferencia del comercio tradicional de bienes, la palabra especulación en finanzas no tiene una connotación peyorativa. Muy al contrario: la especulación es una actividad esencial en los mercados financieros profesionales. De hecho, gran parte de la profundidad de los mercados y del desarrollo de títulos valores derivados es posible gracias a los especuladores financieros.
Especular significa actuar sin tener certeza de los resultados futuros de una operación. Así las cosas, un especulador es un actor del mercado que, en contraste con un inversionista conservador, busca mejorar su rentabilidad aceptando riesgos a los que otros actores son adversos. En términos simples, riesgo, en finanzas, se asocia con la volatilidad o la incertidumbre de los flujos de efectivo proyectados.
La ortodoxia en el manejo de los excedentes de efectivo, dicta que las inversiones de excedentes de liquidez deben invertirse a un plazo coincidente con las necesidades de efectivo que arroja el flujo de caja proyectado. Ahora bien, si un inversionista vende un título valor de renta fija en el mercado secundario antes de su fecha de vencimiento, la rentabilidad neta que logre durante el período de inversión será función de la tasa de interés a la que ceda el título.
El precio de un título valor es inversamente proporcional a la tasa de interés a la que se negocie y al plazo de los flujos de caja representados en el título. Por lo tanto, si un inversionista compra un bono con plazo de redención de 5 años a una tasa de mercado dada, y lo cede 2 años después (esto es, 3 años antes de su vencimiento), y la tasa de interés de mercado cae, la rentabilidad obtenida durante los 2 años de tenencia del título es mayor –y en muchos casos sensiblemente mayor- a la tasa originalmente negociada. Por supuesto, si lo contrario ocurre, es decir, que la tasa de mercado es mayor a la tasa de adquisición del título, el inversionista deberá ceder parte de la rentabilidad que le hubiera tocado, a favor del nuevo tenedor del título. En consecuencia, la rentabilidad obtenida durante el período que mantuvo el título disminuye e, incluso, puede llegar a valores negativos (es decir, pérdida neta).
Los TES, títulos emitidos por la Tesorería General de la Nación, presentan tres características ideales para realizar con ellos inversiones a plazo especulativo: su seguridad, la liquidez del mercado para estos títulos y los plazos a los que se emiten. Sin entrar en demasiados cálculos, algunos números ayudan a ilustrar la idea. Supóngase el caso de un banco que adquiere TES que vencen en 6 años, y que en la compra pacta una rentabilidad del 11.5% efectivo anual. Si la tasa del mercado para los títulos adquiridos aumenta en los siguientes 20 días 270 puntos básicos, y se sitúa en el 14.2% efectivo anual, registrará una pérdida cercana al 9.3% del monto invertido. Esta pérdida se causa aunque el banco no liquide los títulos. Las normas sobre valoración de inversiones, obliga a los inversionistas calificados del mercado de dinero a causar diariamente en su contabilidad las utilidades o pérdidas por valoración de su portafolio.
Ahora bien, supóngase el caso de un inversionista que prevéque la tasa caerá en el corto plazo, y adquiere TES por $3,500 millones que vencen en 29 meses, al 14.50% EA. Si la tasa de mercado para los papeles adquiridos cae después de 34 días al 12.70% (180 puntos básicos), podrá liquidar los papeles con una utilidad de $157 millones, con lo cual la rentabilidad efectiva anual obtenida en el corto período de inversión alcanza algo más del 60%.
Las firmas comisionistas de bolsa, que en otros tiempos derivaban sus ingresos esencialmente de las comisiones obtenidas por la intermediación en el mercado, explican hoy en día una importante proporción de sus ingresos, en las operaciones especulativas con posición propia. De igual modo, las entidades de crédito son muy activas en este tipo de operaciones.
La sensibilidad del precio de los TES a la tasa de interés puede provocar fluctuaciones importantes en el valor de los fondos de inversión, en razón a la alta participación de estos papeles en la composición de los portafolios. Recordemos que en agosto de 2002, el valor de los fondos de inversión cayóen forma notable, debido a un alza intempestiva de la tasa de los TES. Los inversionistas que, por necesidad o temor, liquidaron sus participaciones en los fondos, sufrieron cuantiosas pérdidas. No fue ése el caso de los inversionistas que mantuvieron sus posiciones en los fondos, ya que la tasa corrigióa la baja unos meses después, con lo cual los fondos recuperaron sus valores históricos.
** El tema se trata con suficiente detalle en el capítulo 7 del libro “Matemáticas Financieras con Aplicaciones en los Mercados de Dinero y Crédito”, del mismo autor (Editorial Limusa-Noriega).